GM Miguel illescas
EL GRAN MAESTRO Miguel Illescas presenta su serie de artículos publicados en Peón de Rey nº 127 (mar-abr 2017), en los que hace un completo recorrido a la situación actual del uso del ordenador en el análisis y valoración de posiciones de ajedrez.
La serie incluye numerosos ejemplos y consejos útiles, además de la posibilidad de seguir las posiciones analizadas y ver los artículos en formato PDF, tal como se publicaron en la revista. Puede también descargarlo en este enlace.
El hombre y la máquina


EL DESPACHO era grande, aunque austero. El joven y su amigo fueron invitados a sentarse frente a la mesa principal. El hombre que tenían enfrente lucía un fino y cuidado bigote, que, con las gafas, traje y corbata le daban un aire circunspecto. Pero su mirada era amable, y enseguida rompió el silencio: —Así entonces, ¿qué necesita? —preguntó lentamente, con un lejano acento argentino. —Un ordenador, respondió el joven. —¿Y cuánto puede costar? —Medio millón, quizá algo más —el joven jugó fuerte, conocedor del poderío económico de su interlocutor. El hombre, lentamente, extendió el cheque. — ¡750.000 pesetas! Es más que suficiente. ¿Qué tendré que hacer a cambio? —Nada. Vaya y juegue lo mejor que sepa. Y quizá algún día pueda contar que yo le ayudé.
La escena anterior sucedió en 1989, cuando el entonces presidente de General Motors España, D. Ángel Perversi, tuvo a bien patrocinar la compra de mi primer ordenador. Tuve esa oportunidad gracias a la insistencia de mi amigo Casimiro Ruiz, quien trabajaba en la compañía americana afincada en Zaragoza, que no cejó en su empeño hasta lograr la entrevista con el gran hombre.
Con aquel dinero pude comprar un PC de sobremesa –los portátiles eran rara avis– que me sirvió para preparar mejor mi participación en la Copa del Mundo de Barcelona, aquel mismo año, donde enfrenté por primera vez en mi carrera a Garry Kaspárov en partida oficial. Salvo alguna declaración en prensa, nunca tuve oportunidad de volver a dar las gracias al Sr. Perversi, quien dejó su cargo en 1993, para luego regresar a su Argentina natal.
Mucho ha llovido desde entonces y la tecnología ha cambiado por completo el ajedrez. No solo dónde y cuándo jugar – hemos pasado del club del barrio al de Internet– sino también el modo de analizar y preparar las partidas, que es lo que nos ocupa en este artículo: desde hace bastantes años los jugadores de club, no solo los profesionales, consultan las bases de datos y los libros electrónicos para preparar sus partidas y mejorar su nivel.
Incluso se podría afirmar que el estilo de juego de los grandes maestros más jóvenes se parece cada vez más al de los ordenadores. Se caracteriza por un juego concreto y a menudo arriesgado, cuestionando una y otra vez los principios generales de Steinitz y poniendo a prueba los axiomas de la escuela clásica, a veces al límite del sentido común: capturando peones que nadie en su sano juicio se atrevería a tomar, por ejemplo, o moviendo varias veces la misma pieza en la apertura, sin importar el qué dirán.
En este artículo les voy a acercar al mundo del ajedrez por ordenador, desde mi experiencia como informático, asesor de IBM Deep Blue y responsable de tecnología en el equipo del excampeón mundial Vladimir Krámnik. Espero que algunas de las ideas expuestas les ayuden a sacar más partido a esta fabulosa herramienta que es el ordenador, para aumentar su nivel de ajedrez y preparar mejor sus partidas.
Análisis con ordenador

¿Qué nos ofrecen los programas de ajedrez?
En modo análisis, el programa muestra por orden las que considera mejores jugadas en cada posición, así como las variantes generadas, con las mejores respuestas de uno y otro bando, así como las correspondientes valoraciones.
¿Para qué podemos usar el MOTOR DE ANÁLISIS?
- Como guía para observar una partida en tiempo real. Esto es cada vez más habitual. El aficionado que sigue las partidas de los grandes maestros puede saber “quién va ganando” y cuáles son las mejores jugadas que sugiere la máquina.
- Para jugar una partida. Con el aumento de fuerza de los programas enfrentarse a ellos ha perdido casi todo el atractivo, aunque hay que recordar que la interfaz de Fritz permite diversas modalidades de juego amistoso, donde el programa adapta su nivel al del jugador o comete errores a propósito para poner a prueba nuestro olfato táctico.
- Para analizar una posición. Lo más adecuado para aprender y mejorar nuestro nivel es analizar la posición primero por uno mismo, o con un compañero, luego anotar las variantes y solo después someter nuestras conclusiones ante el módulo.
- Para revisar nuestras propias partidas: el análisis con el ordenador es perfecto para comprobar la táctica y los finales, pues permite detectar rápidamente los errores de bulto.
No es igual de eficaz para el análisis de partidas de grandes maestros, pues apenas habrá errores graves y difícilmente sacará el aficionado conclusiones válidas. - Para preparar aperturas: siempre que sea posible optaremos por el uso de bases de datos antes que el módulo para la preparación de aperturas. Puede usarse el módulo cuando hay pocas partidas o son poco fiables. En todo caso, recomendaría su uso solo para jugadores de nivel avanzado.
- Para estudiar finales: en los finales de partida los ordenadores acostumbran a ser infalibles. Por un lado, con pocas piezas sobre el tablero el número de variantes se reduce, y ello permite a los modernos procesadores alcanzar profundidades de cálculo muy altas, que en ocasiones alcanzan hasta ver el mate. Por si ello fuera poco, existen las tablas de finales que permiten un juego perfecto con pocas piezas. El problema es que el módulo no ofrece una explicación racional de las reglas, tan solo dice la mejor jugada, y si no tenemos nivel suficiente puede que simplemente no entendamos el porqué de cada movimiento.
VOCABULARIO
- Módulo o motor de análisis, también llamado apuntador: programa o pieza de software, capaz de jugar o analizar una partida o posición.
- Interfaz: Programa complementario, que presenta herramientas para usar el módulo. Vendría ser la “carrocería” del vehículo que alberga el “motor” de análisis. Algunas de las más populares son el programa de base de datos ChessBase y Fritz, aunque también puede consultarse el módulo en cualquier club online, como ICC.
- Ply (o media jugada): se refiere a una jugada del blanco o del negro.
- Profundidad de análisis: número de nodos que el análisis penetra en la jerarquía del árbol de variantes.
- Base de datos: colección de partidas, generalmente clasificadas por jugadores y aperturas.
- Árbol de variantes: conjunto de jugadas organizadas en forma de árbol, partiendo de una posición dada. El módulo recorre y valora cada una de las ramas del árbol, buscando la jugada óptima.
- Árbol de aperturas: es un árbol de variantes hecho a partir de la posición inicial. Muy útil para una preparación rápida.
- Tabla de finales: Partiendo de posiciones de mate se retrocede y construye un árbol de variantes inverso, hasta “agotar” las posibilidades con pocas piezas, logrando un juego perfecto.
- Tablas Hash: tablas de jugadas en memoria, que permiten entre otras cosas lidiar con las transposiciones de jugadas y ampliar el horizonte de cálculo de los programas.
¿Adios al Glamour?

EN AÑOS recientes, los ordenadores y programas cada vez más potentes son ya capaces de desentrañar los misterios de la mayoría de posiciones en apenas pocos segundos.
Ello ha propiciado la moda de seguir las retransmisiones de grandes torneos con el módulo de análisis conectado, que juzga implacable cada movimiento de los grandes maestros.
El aficionado, a hombros de gigantes, se crece y critica duramente a Carlsen por omitir un golpe táctico o a Kariakin por no ser capaz de verlo. —¡Qué malos! Pero si era facilísimo… —exclama incrédulo, casi indignado.Por ejemplo, el ya famoso 20…Cxf2+ que podría haber dado un precioso empate a Kariakin en la décima partida del último Mundial, que acabó perdiendo. Fue tremendamente criticado por propios y extraños, incluso por grandes maestros. ¿Realmente era tan fácil?
¿Nos engaña la máquina?

PARA JUGAR bien ajedrez, y por descontado para analizar, es necesario ser capaz de evaluar bien una posición. Para ello hay que ponderar diversos factores, siendo los más evidentes la seguridad de los reyes y el balance material. Casi desde el principio, las máquinas computaron también el concepto de actividad de las piezas, imprescindible, y hoy en día los programas modernos tienen en cuenta además un sinfín de factores, estructurales y dinámicos. Sin embargo, a pesar de todas las mejoras, las máquinas siguen siendo mucho más fiables en la jugada que proponen, que en la valoración que ofrecen. Sucede a menudo que, al desarrollar una variante, la máquina corrige su valoración inicial al despejarse el horizonte de cálculo.
¿Cómo valora la máquina una posición?
Para cada posición la máquina suma y resta todo lo bueno y malo de cada bando, además del material: ¿que tu rey está débil? Te resta, aunque no haya ataque inmediato. ¿Que tu caballo se podría instalar en una casilla débil enemiga? Te suma. ¿Que tus peones están doblados? Te vuelve a restar. Y así, cientos y cientos de variables. Tras estirar el cálculo hasta los límites que permite el silicio y mezclar bien en la coctelera todos los factores, el programa va puntuando cada rama del árbol de variantes, dándole un valor en unidades de peón, con sus preceptivos decimales.
Por fin, la máquina ofrece una valoración numérica y estrictamente matemática de la posición. Pero ello no siempre es suficiente para el jugador humano. ¿Qué significa una valoración de igualdad en una situación de locura táctica, si hemos de hallar seguidas varias jugadas únicas y raras, obvias para la máquina pero casi imposibles para un ser de carne y hueso?
Recordemos de nuevo al gran Mijail Tal, cuando reconocía que quizá su combinación no fuera perfecta, pero planteaba problemas insolubles a su oponente.
Surge entonces la idea: el jugador de ajedrez necesita una valoración práctica de la posición, no matemática. Que nos diga no solo si la posición está ganada, sino si es fácil o difícil de jugar. Que tenga en cuenta la probabilidad de uno y otro bando de cometer un error.
Tomemos por ejemplo la posición que se dio en la partida más decisiva del último Mundial, la tercera del desempate. Un momento crítico se alcanzó tras la jugada 36 de las negras. Carlsen había sacrificado un peón por una gran compensación.
[otw_shortcode_quote border=»bordered» border_style=»dotted»] Las máquinas siguen siendo mucho más fiables en la jugada que proponen que en la valoración que ofrecen.
Miguel Illescas
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Veamos otro ejemplo de valoración incorrecta desde el punto de vista humano, también del mismo encuentro.
[otw_shortcode_quote border=»bordered» border_style=»dotted»]Sería factible que los programas ofrecieran una valoración práctica de la posición, además de la matemática.
Miguel Illescas
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Este mismo problema de valoración lo encontramos en finales como los de dama y peón contra dama. Muchos de ellos son tablas, pero acaba ganando a menudo el bando fuerte, ante la extrema precisión en el juego que se exige a la defensa. Veámos el siguiente ejemplo:
El jugador que se orienta con el módulo haría bien en fijarse no solo en la valoración de la mejor jugada, sino también en las dos o tres siguientes mejores, y profundizar en las variantes de carácter forzado para comprobar si uno de los bandos está “al borde del abismo”. En ese caso, por mucho que el módulo anuncie igualdad, es aconsejable desconfiar de la variante.
Uso de la interfaz

- Barra de acceso rápido y cinta de opciones del programa.
- Ventana del tablero.
- Ventana de notación.
- Ventana del módulo de análisis.
Elementos en la ventana del módulo
Primera línea
- Módulo activo: permite elegir entre los módulos instalados en el PC.
- Botón STOP/PLAY: activa o detiene el módulo
- Teclas “Más” y “Menos”: analiza en paralelo más o menos variantes.
- CPUs: nº de núcleos o procesadores usados.
- Botones de configuración y bloqueo.
Segunda línea
- Indicador: se ilumina en amarillo o rojo cuando se dan cambios bruscos en la valoración.
- Valoración de la posición: símbolo Informator y valor numérico en unidades de peón. Un valor positivo indica ventaja blanca, negativo ventaja negra.
- Profundidad de análisis (completa/selectiva): nº de nodos que el programa está analizando.
- Jugada actualmente analizada (clasificación entre las mejores/total jugadas posibles).
- Indicadores de velocidad de análisis y de uso de las “Hash-Tables” (solo interfaz Fritz).
Tercera línea y sucesivas
- Clasificación de las mejores jugadas, valoración y variante. Botón derecho del ratón abre un menú con interesantes acciones, como copiar a la notación las distintas variantes.
Cómo analizar una posición

LA NUBE y el sistema “Let’s Check”
Para que el programa no juegue y se limite a analizar, en la interfaz de Fritz hay que activar el modo “Análisis Infinito” (Botón situado en el menú “Inicio” de la cinta de opciones). En la interfaz de ChessBase basta con activar el módulo en la ventana del tablero (Botón “Añadir apuntador”, menú Inicio).
La interfaz de Fritz15 también ofrece la posibilidad de programar análisis. Durante un tiempo, recuerdo que Krámnik estaba obsesionado con dejar todos sus ordenadores trabajando por la noche. Hoy, con los análisis compartidos en la nube, esto ya apenas tiene sentido. Veamos de qué estamos hablando.
Desde hace un tiempo, el software de ChessBase permite el acceso de los módulos a la nube. Haciendo clic sobre el símbolo de la nube se puede conseguir –gratis o de pago– que los ordenadores de otros usuarios se sumen al análisis de la posición en que estamos interesados.
Más potente todavía es el sistema en la nube “Let’s Check”. Al conectarnos veremos en la ventana de la derecha los análisis por ordenador que han hecho otros usuarios, en ocasiones hasta profundidades muy altas. Esto es tremendamente útil, pues nos permite acceder “al instante” a análisis muy fiables.
En el ejemplo anterior, nuestro módulo Houdini apenas llega a profundidad 23. A la derecha vemos un análisis de Komodo a profundidad 44, y otros módulos recomendando la captura en f2, con lo que podemos estar casi seguros que nuestro módulo acabará coincidiendo y podemos dar el análisis por bueno.
¡Atención! Hay que tener en cuenta que el sistema “Let’s Check” también registrará nuestros análisis en la nube mientras lo tengamos conectado, así que si pretendemos que sean secretos mejor desconectar de la nube.
¿Cómo son de fuertes las máquinas?

HAN PASADO veinte años desde la derrota de Kaspárov frente a Deep Blue, y desde hace casi una década que la lucha hombre-máquina ha quedado definitivamente decantada a favor del ente de silicio. Según estimaciones objetivas, los programas actuales superan holgadamente los 3.000 puntos elo, alcanzando los más modernos y potentes una fuerza estimada de casi 3.400. Ello señala que deberían derrotar al campeón del mundo casi diez a cero en un encuentro, aunque yo opino que cualquier GM de élite puede lograr algunas tablas, especialmente con piezas blancas. En cualquier caso, hablamos de una fuerza de juego abrumadora.
La lista adjunta CCRL (Computer Chess Rating List) la mantiene un grupo de entusiastas del ajedrez por ordenador, que dejan a sus máquinas enfrentando módulos en igualdad de condiciones durante cientos de partidas. Puede consultarse toda la información al respecto en su página web.
Observamos que los tres mejores programas, Stockfish, Houdini y Komodo, aparecen claramente destacados del resto, con unos cien puntos de ventaja.
Algunos de los programas más veteranos han quedado atrás en la carrera: en el puesto 27 por ejemplo encontramos a Deep Junior, que con su estilo posicional fue una de las primeras alternativas al táctico Fritz, cuya versión 15 se mantiene entre los diez primeros. Otros clásicos del juego estratégico son Shredder (4º) y Hyarcs (24º). Por su parte, el motor Rybka, que en su momento revolucionó el panorama mundial, ha descendido al puesto 15º.
Los colores indican si el programa es de código abierto, gratuito o comercial.
10 consejos para analizar con el ordenador

- Mirar antes la posición objetivamente, pensando por uno mismo, sin dejarse influir por el módulo.
- Ejecutar en el tablero la jugada que uno haría, aunque no esté entre las sugeridas, para ver las respuestas que ofrece; desarrollar las distintas variantes hasta comprender su valor real.
- Indicar al módulo que nos muestre las tres o cuatro mejores jugadas, para optimizar el cálculo y obtener una rápida visión global.
- No tomar como un dogma de fe las valoraciones del módulo. Hay que dar más importancia a si la posición es fácil de jugar. Diferencias pequeñas en la valoración deben ser desestimadas como una ventaja real.
- En general, no hay que dejar al módulo pensar más de dos o tres minutos para un movimiento. Hay que avanzar ejecutando la jugada principal, especialmente si el valor de la misma es significativamente superior al de la segunda mejor.
- Detener el análisis cuando ambos bandos empiezan a tener bastantes jugadas de valor equivalente. No tiene sentido dedicar mucho tiempo con el módulo a posiciones tranquilas.
- En posiciones tácticas las valoraciones no son fiables hasta que la posición se estabiliza. Sabremos que una evaluación es estable cuando varias de las mejores jugadas ofrecen un valor similar.
- Cuando el módulo tarda mucho en pasar al siguiente nivel de profundidad, es buen momento para avanzar una jugada o detener el análisis y sacar conclusiones.
- Es buena idea copiar a la notación las variantes analizadas, repasándolas luego tratando de comprender el significado de cada jugada.
- No hacer ninguna otra cosa mientras se analiza, pues se interrumpe la concentración.. No da buenos resultados dejar el módulo analizando para dedicarse a Facebook
Qué decir?
Gracias maestro!
Su tremendo aporte al ajedrez en el mundo hispano-hablante aún no ha sido debidamente reconocido.
Gracias!
Saludos desde el Perú, tierra del gran Atahualpa
Muy interesante e instructivo artículo.
Una duda y solo justo al final que no sé si el propio GM Illescas o algún otro lector vaya a responderme…
En el consejo 10. Cuando dice que «se interrumpe la concentración», se refiere solo a la concentración del jugador (por distraerse con otras cosas, aplicaciones, etc) o se refiere a la concentración del módulo y que sus resultados pierden ciertos grados (décimas, lo que sea) de fiabilidad? Me cuesta creerlo (aunque reconozco que puede ser, de ahí mi duda a lo que se refiere lo que se afirma en el consejo 10), no me cuesta creer que el módulo (usando la CPU) al perder «concetración» (por usar el jugador/humano otras aplicaciones) tarde más tiempo (se ralentice) para analizar una posición (para alcanzar una profundidad determinada), pero de ahí a perder «fiabilidad» (en sus valoraciones, y en sus vaivenes a trabés de su árbol de análisis)… me cuesta creerlo un poco (aunque podría ser). ¿Se pierde fiabilidad realmente o pierde solo «tiempo/profundidad» en su análisis?
GM y que tamaño de tabla hash pone usted en las máquinas modernas para analizar una posición.