Nuestro director, el GM Miguel Illescas ha realizado un corto relato con motivo de la sexta partida del Campeonato Mundial de Ajedrez 2021 entre Magnus Carlsen y Ian Nepomniachtchi:

Año 2250: llega un extraterrestre a nuestro planeta y desafía al mejor ser humano a una partida de ajedrez, un juego arcaico que dejó de practicarse profesionalmente a mediados del siglo XXI, por razones que ahora no vienen al caso. Si el alien gana, se lleva como premio a su sistema solar nuestro satélite, la Luna.
Un alto comité del gobierno mundial se encarga de seleccionar a los candidatos para el trascendental encuentro. Tras diversas consultas, deciden resucitar temporalmente a Fischer, Kaspárov y Carlsen, tres de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Fischer en realidad no es el original, se ha reconstruido partiendo de un pelo suyo guardado en una cajita metálica por un tal Spassky (por desgracia, no se conserva ADN de Morphy). Hay que elegir quien ha de enfrentarse al alien y los tres maestros se muestran muy convincentes. —»Lo machacaré«, afirma Fischer. Kaspárov asegura —“Me prepararé y le derrotaré”. Carlsen también confía en la victoria: —“Le saco del libro y a chupar” (lo dice en noruego, claro, que suena más formal).
Tras considerar las opciones, deciden probar suerte con Fischer. En una partida muy interesante Bobby lleva la iniciativa, pero el alien aguanta el tipo y logra el empate. A continuación le sigue Kaspárov: nuevas tablas, a pesar de que Garry lanzó un explosivo ataque tras lograr ventaja en la apertura. Acto seguido, se sienta Carlsen. Al llegar Magnus, el alien detecta algo extraño —actividad eléctrica fuera de lo normal— y pide jugar a puerta cerrada.
La partida se alarga mucho, y a medida que pasa el tiempo la tensión fuera va aumentando. Por fin, tras más de diez horas, se abre la enorme puerta de la gran sala. Magnus se levanta de su silla, el rival no está. —“¿Qué ha pasado?, le preguntan, — “¿Dónde está?. El ajedrecista contesta: —“Dijo que tenía que hacer unos encargos en Andrómeda y no quiso acabar la partida”.
Los miembros del comité respiran aliviados y ordenan el regreso de los ajedrecistas a las cubas de conservación criogénica. Uno de los funcionarios, antes de abandonar la sala, observa la posición sobre el tablero: dos alfiles y caballo para Carlsen, alfil y caballo su rival, ambos bandos sin peones. En la planilla del alien, un comentario tras la jugada 183, última de la partida. —“Por todas las galaxias… debe ser tablas, pero no aguanto más esta pesadilla. Quédense con la Luna y con este maldito juego”.
GM Miguel Illescas, director de Peón de Rey.