Una y otra vez me lo repitieron cuando era niño y estaba aprendiendo. Hasta la saciedad. El ajedrez es un juego de caballeros, los oponentes se dan la mano al empezar la partida y al acabar, hay respeto mutuo y un código de comportamiento. El noble juego del ajedrez, escuchaba, como un mantra una y otra vez formándome así una imagen idílica del juego donde los jugadores eran nobles, puros, perfectos caballeros cuyas motivaciones no eran ganar o perder sino aprender los secretos del, como no, noble juego del ajedrez produciendo partidas perfectas y bellas.
Falso. Al ajedrez juegan personas y, personas, las hay de buenas y malas, e incluso tramposas. ¿Qué hace al ajedrez tan especial para que aquellos que lo practicasen sean considerados caballeros? ¿Qué lo diferencia de deportes sacudidos por el doping como el ciclismo o el atletismo? ¿Por qué mientras que en todos los deportes se endurece la reglamentación para atajar a aquellos que buscaban la victoria por caminos poco honestos el ajedrez se vende como el “noble juego”? Tal vez la clave residía en que los jugadores de ajedrez no tenían la posibilidad de hacer trampas o al menos no de una forma fácil, segura y sin margen de error.
Pero todo eso cambió. El 11 de Mayo de 1997 la última esperanza de la humanidad se enfrentaba a una fría y calculadora máquina. La hegemonía intelectual humana estaba en entredicho, Garry Kasparov el campeón del mundo de ajedrez, se media en New York contra Deep Blue la computadora, especializada en ajedrez y creada por IBM, más potente que había existido nunca. Era la última y decisiva partida, ambos humanos y máquinas habían llegado con 2,5 puntos en el marcador a la ronda final. Kasparov, perdió. Era el fin de una era. Las máquinas ganaban, el ajedrez no volvería a ser nunca igual. En sus declaraciones posteriores un Kasparov herido, acusaba a la máquina, y al equipo de IBM, de haber recibido ayuda “humana” para ganar el match. Hoy, 18 años después, los humanos nos estamos acusando continuamente de ganar recibiendo ayuda de las máquinas.
Jugar bien al ajedrez, seamos francos, además de talento requiere un esfuerzo colosal. Los jugadores de primer nivel invierten cantidades ingentes de horas en su preparación. Es tan fácil frustrarse, tan humano. Es tan tentador tomar el camino corto. Hay tanta presión: familiares, entrenadores, amigos, compañeros y cuesta tan poco decepcionarles. Una mala jugada, una noche sin dormir, un inoportuno dolor de cabeza y todas las horas de esfuerzo desaparecen, se esfuman. Pero hay otra opción, un pequeño aparato, juega al ajedrez como Dios, cabe en el bolsillo del pantalón, es capaz de ganarle al campeón del mundo, y nunca, nunca falla. Es tan fácil.
Es tan fácil que los tramposos han venido para quedarse. La irrupción de los computadores en el ajedrez ha traído cosas buenas: entrenamos mejor, jugamos cómodamente desde casa, asistimos a retrasmisiones de los principales torneos, accedemos más fácilmente a la información pero como contrapartida ha posibilitado la aparición del “tramposo”. Y esto lo cambia todo. A nadie le gusta que le hagan trampas, a nadie le gusta perder contra un “listillo”. Y nos ponemos nerviosos, regulamos, acosamos y en algunos casos acusamos.
Porque la existencia de tramposos, y se dan a todos los niveles, trae consigo la sospecha. Cualquier jugador que muestre un rendimiento por encima de su nivel de juego es sospechoso, puede ser acusado. Y así no se puede jugar. Ni se puede jugar con miedo a que te hagan trampas, ni se puede jugar con miedo a que te acusen de hacerlas.
Se necesitan soluciones, reglamentación, sanciones, educación y en definitiva una serie de medidas que hagan jugar al ajedrez sea divertido, deportivo, seguro, sano. En definitiva, medidas para que el ajedrez no deje de ser ese noble juego de caballeros.
“En el próximo número de Peón de Rey el GM Miguel Illescas expondrá en un amplio reportaje como las trampas electrónicas se han introducido en el mundo del ajedrez recordando los últimos casos que se han producido, analizando las técnicas utilizadas y proponiendo soluciones para este difícil problema que a todos nos afecta.”
- Peón de Rey nº 118 (sep-oct 2015).
- Galería de fotos PDR-118
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Hola.
¿Podría decirse que en las partidas por Internet tipo “Bullet” y “Blitz” (que no superen los 5 minutos SIN incremento) la probabilidad de que te hagan trampas es pequeña?
Un saludo.
Desde luego MA40, esa es la razón por la que los «profes» prefieren jugar a 3/0 por Internet.
Y falta mencionar los amaños, cada vez es más endemico el mal de arreglar o ponerse de acuerdo cerca de la ultima ronda de los opens entre jugadores punteros para obtener premio y luego repartirselo.
Tambien los amaños cuando se dejan caer o se regalan tablas para ganar rating y un sin fin de casos mas…
Para quien ama el ajedrez, esa persona que quiere jugar la partida de su vida, que sacrifica un peoncito para obtener una pequeña ventaja posicionamiento pero que en el proceso suda como un cochino yendo al matadero o quizás está tan calculador como una computadora, para ese el ajedrez es El juego de los caballeros. Los demás simples mortales no entienden nada del asunto y nadan en un mar de vanidad buscando el tesoro de la victoria a como de lugar. Para mi el ajedrez sigue siendo un juego de caballeros.
Yo creo que hay que diferenciar entre el ajedrez de superélite, que a pesar del vátergate, no creo que se hagan trampas, y ahora los torneos pueden poner medidas fácilmente, como por ejemplo en el torneo de candidatos de Londres donde ni los espectadores podíamos entrar a la sala de juego con movil. Y los abiertos populares, donde tomar medidas no es nada fácil por el coste económico que conllevan.
Yo no veo solución fácil, ya que el tramposo muchas veces va un paso por delante, y no se puede pasar un test como con el doping en otros deportes (y el ajedrez).
Tal cual dice el artículo personas son personas! si bien es cierto que en el ajedrez el doping no existe por cuanto quien quiere jugar una partida dopado con parte de tu cerebro adormecido no te darías cuenta de jugadas obvias siquiera! pero algo debe hacerse contra el uso de maquinas por lo humanos porque ellas juegan ya mucho mejor que las personas en lo personal aborrezco que me hagan trampa usando un ordenador saludos!
HOLA EN MI OPINIÓN LA TRAMPAS EN EL AJEDREZ SE DEBERÍAN ERRADICAR POR COMPLETO POR QUE ENSUCIAN ESTE NOBLE JUEGO ADEMAS CON RESPECTO AL USO DE ORDENADORES YO PIENSO QUE ES UNA BUENA HERRAMIENTA PARA PODER MEJORAR EN EL ASPECTO AJEDRECISTICO YA QUE PODEMOS TENER DISPONIBLE UN RIVAL DE SILICIO LAS 24 HORAS DEL DÍA, LA TECNOLOGÍA AVANZA A PASOS AGIGANTADOS Y TENEMOS QUE USARLA PARA NUESTRO BENEFICIO Y EL DE LOS DEMÁS BIEN SE DICE «DEMOS DE HACER USO DE LA TECNOLOGÍA NO QUE LA TECNOLOGÍA NOS USE A NOSOTROS»
Yo creo que el mundo ha llegado a una etapa en la que hay que ir modificando muchas cosas para adaptarse y evitar este tipo de trampas, hace una década las trampas solo se reducian a internet, pero ahora se ha ampliado a los torneos y openes. Los avances en la tecnología tienen la culpa.
Por otro lado me gustaria destacar una cosa, el tema de las trampas se ha convertido en un circulo vicioso y por Internet existe mucha gente que se toma a mal las derrotas y acusan a sus rivales nada mas perder de usar programas cuando simplemente han ganado, en Buho21 por ejemplo se revisan muchas partidas a diario y la mayoría son de gente queino ha hecho nada.
Sanciones económicas duras que duelan de verdad al bolsillo para los tramposos.
¿Existe legislación al respecto?
Y por supuesto, la correspondiente sanción deportiva.
El peligro radica más bien en los torneos que no son elitistas y más que nada en las ayudas externas, es decir, tener un compinche que en momentos decisivos de la partida te «sople» la jugada que desequilibre el juego.
¿Y qué hacer? ¿Prohibir la entrada del público? Y entre compañeros de club en competiciones por equipos, ¿cómo evitar las trampas?
Y está claro que no nos podemos solo fiar de la buena voluntad de las personas.
¡Uf! El que ocasionalmente quiera hacer trampas, no lo tiene difícil a día de hoy.
Soy suscriptor desde hace tiempo y ayer me llegó la revista. Esta mañana leí el artículo de Miguel lllescas y, si bien es verdad estoy de acuerdo e todo lo que dice Miguel, sería más rígido con los GM tramposos. Me explico. Si un GM hace trampa (micrófono, movil, etc), lo quitaría del mundo profesional para siempre, borraría su ELO y le quitaría su título. Gracias por vuestra revista y a ver si tengo suerte con la firmada por Kramnik
En lo personal considero que es una ofensa terrible contra el ajedrez contra tu rival el hacer trampa ya que esto deja de ser una partida entre dos mentes y se convierte en «humano vs programa» no hay nada mejor que jugar utilizando el maximo de tus capacidades para salir victorioso en una partida ademas que esto deja de ser un juego de caballeros y sin duda deja una horrenda mancha en el ajedrez.
#5, Bueno, los humanos no es que nos pasomes dos dedas de cada tres inventando reglas gramaticales, precisamente (el idioma evoluciona, pero muuuy lentamente).Tampoco hay que estar tan pagado de uno mismo. Hasta que comienza la educacif3n regularizada, un nif1o —que para entonces ya se maneja bastante bien— aprende un idioma del mismo modo que lo hace Google: descubriendo patrones demasiado regulares como para ocurrir accidentalmente (O: bfpor que9 mami dice abmesabb cada vez que sef1ala esa cosa?).Por supuesto sigue habiendo una diferencia evidente: Aunque Google pueda decir mesa en cientos de idiomas, un nif1o sabe de que9 este1 hablando. Por ahora los ordenadores sf3lo parecen saber hablar, pero la verdadera funcif3n del lenguaje (verbalizar y transmitir sentimientos e ideas) afan les es impropia. De todas formas creo que, si se siguen desarrollando como hasta ahora los programas de , de traduccif3n y de (TTS), en unos af1itos tendremos traductores autome1ticos lo suficientemente aceptables y asequibles como para irse a recorrer el mundo sabiendo sf3lo tu idioma.